Software o Marketing - El camino del SEO (II)

En esta oportunidad voy a hablarles de algo que no se ve por muchos lados. Es sobre qué implica hacer SEO. Y sobre quién puede querer serlo.

En primer lugar hay que tener en claro qué nos vamos a encontrar haciendo dentro de 5 años si decidimos entrar en esta industria. No es para cualquiera, definitivamente. Y mi intención no es desalentar a quienes estén empezando. Todo lo contrario. Quiero que sepan realmente si es lo que buscan, lo que les dará satisfacción, para lo que están capacitados. Si encuadran con el perfil requerido, pues entonces deben esmerarse aún más en lograr entrar en el posicionamiento de webs. Porque dará sus frutos.

Creo que existen dos perfiles básicos desde los cuales se parte hacia el SEO: el software y el marketing. Después podremos discutir miles de variantes de estos, pero no sería muy alejado a uno de estos dos inicios. No veo probable (aunque no por eso sea imposible) que un abogado o un contador se vean atraídos por el posicionamiento. No sólo porque es algo bastante diferente de lo que hacen, sino porque están a gran distancia en cuanto a conocimientos. Pero poder se puede, claro.


Volviendo a la clasificación planteada antes, por un lado tenemos a los que provienen del marketing. Tienen las bases, los fundamentos, lo esencial para dedicarse a hacer publicidad en Internet. Está más que claro. Y en mi opinión y experiencia, la mayoría empiezan por el PPC. Porque está más cercano a lo que hace un profesional de marketing. Porque mediante unos conocimientos ínfimos de informática, se puede poner online una serie de anuncios que atrapen la atención de potenciales clientes de sus empresas y empiecen a aumentar su tráfico en la web. Bien conducido este proceso, se terminan obteniendo más ventas de un producto, mayores usuarios de algún servicio, etc.
El problema con que se encuentran es que no todos pasan de hacer publicidad paga por clics, a hacer posicionamiento web. ¿Por qué? Porque hacen falta más cosas. Porque se requieren muchas habilidades más, vinculadas a la programación, al manejo de varios (decenas) de software que permiten ir capturando datos del rendimiento de una web respecto a las palabras claves, al lugar de origen de nuestros clientes, al correcto direccionamiento de los tags en imágenes y palabras en los links ajenos que nos direccionan, por sólo mencionar algo. Esto no es algo que todos los profesionales de marketing tienen, ni estén interesados en adquirirlo. Pero si tu perfil es este, y estás dispuesto a aprender sobre tu punto débil, puede que en un tiempo estés capacitado como para hacer SEO. Sino es así, tal vez deberías quedarte con el PPC y no incursionar en algo que no te agrade. Después de todo el PPC reporta unos beneficios extraordinarios y la mayoría de empresas empiezan por implementar esto en sus páginas antes que el posicionamiento.

Después están los que, como yo, provenimos del software. Los profesionales del software (ingenieros, analistas, programadores, aficionados no profesionales con una sólida base de sistemas) tenemos la ventaja de conocer sobre programación, de tener facilidad de manejo de nuevos programas, de ser propensos a usarlos e instalarlos en nuestra PC sólo para ver cómo funcionan. Aquí es dónde tenemos nuestro punto fuerte. Pero ojo. Es en las cuestiones vinculadas a web donde el software nos hace más fuertes. Quien tenga conocimientos de hosting, de problemas habituales en Internet y cómo resolverlos, de las tecnologías con más ventajas para presentar un determinado contenido a un cliente en el otro lado del globo, estos son quienes tienen la mayor ventaja. Porque aunque provenir de sistemas de “escritorio” nos da una buena base, no es lo mismo. Lleva más trabajo empezar.
Pero falta algo. No sabemos vender. Nunca nos enseñaron a hacerlo. Así que es necesario ponerse a aprender sobre persuasión, sobre cómo transformar a un potencial cliente en un comprador real. Y creo que más importante que todo, es saber cómo piensan nuestros clientes. Cuando orientamos una campaña de SEO, tenemos que saber a quién apuntamos, y cómo piensan.
Este es el punto donde los no interesados en introducirse en estas cuestiones tal vez deban saber que no les será muy placentero hacer marketing en la web. Tal vez deban dedicarse a hacer las páginas, y dejar que alguien con más conocimientos en el comportamiento humano sepa cómo vender esas páginas.

Todo es cuestión de saber quiénes somos y qué queremos. Está en cada uno saber si nos ajustamos o no a una determinada profesión. Porque puede que tengamos que hacerlo por muchos años.

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